Quèdate quieto y conoceràs
En 1958 mi corazón se dolió cuando leí la noticia de siete muchachos adolescentes a los cuales se los estaba enjuiciando por haber asesinado a un muchacho paralítico. El Espíritu Santo me conmovió fuertemente y me sentí dirigido a ir a la Corte de Justicia de la ciudad de Nueva York donde los estaban enjuiciando,…
Dettagli